Pez fantasma australiano
El enigmático Callorhinchus milii, o pez fantasma australiano, encanta con su hocico en forma de trompa, una maravilla sensorial para la caza. Viviendo en las profundidades del océano austral, este tiburón mantiene el equilibrio del ecosistema al alimentarse de invertebrados bentónicos, mostrando el intrincado dise?o de la naturaleza y su capacidad de adaptación.
3-5 años
Edad de madurez sexual
-3.21868 km/h
Velocidad máxima
Preocupación menor
Estado de conservación
Estable
Tendencia poblacional
Características
Callorhinchus milii, también conocido como el pez fantasma australiano o pez elefante, se encuentra en las aguas del sur de Australia y Nueva Zelanda. Es notable por su hocico alargado y flexible que se asemeja a una trompa de elefante, utilizado para detectar presas en el fondo del océano. Esta especie habita típicamente en lechos marinos arenosos o fangosos y desempe?a un papel crucial en los ecosistemas marinos al controlar las poblaciones de invertebrados bentónicos.
Rango de distribución de Pez fantasma australiano
Callorhinchus milii, comúnmente conocido como el pez fantasma australiano o pez elefante, es nativo de las aguas de la plataforma continental del sur de Australia y Nueva Zelanda. Se encuentra principalmente frente a las costas del sur de Australia, incluida Tasmania, así como alrededor de las Islas Norte y Sur de Nueva Zelanda.
Hábitat de Pez fantasma australiano
Condiciones ambientales
Callorhinchus milii habita en ambientes marinos templados, generalmente en profundidades que oscilan entre 20 y 200 metros. La especie prefiere sustratos arenosos o fangosos en la plataforma continental, a menudo cerca de arrecifes rocosos o praderas marinas. La temperatura del agua en estas regiones generalmente varía entre 10 y 20 grados Celsius.
Nicho ecológico
El pez fantasma australiano ocupa un nicho demersal, alimentándose de invertebrados bentónicos y peces peque?os. Utiliza su hocico alargado y flexible para detectar presas enterradas en el sustrato. La especie juega un papel en el control de la población de organismos bentónicos y contribuye al equilibrio ecológico de su hábitat. Sus adaptaciones incluyen un esqueleto cartilaginoso y una estrategia reproductiva única que implica casos de huevo depositados en el fondo del mar.
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