La tortuga gigante de Galápagos, conocida científicamente como Chelonoidis nigra, habita en las Islas Galápagos. Estas majestuosas criaturas son conocidas por sus enormes caparazones abovedados, largos cuellos y movimientos lentos. Son herbívoras, alimentándose de pastos, frutas y cactus. Notablemente, pueden vivir más de 100 a?os, desempe?ando un papel crucial en la dispersión de semillas dentro de su ecosistema.

Chelonoidis nigra, comúnmente conocida como la tortuga de Galápagos, es nativa de las Islas Galápagos. Estas islas están ubicadas en el Océano Pacífico, aproximadamente a 1,000 km (620 millas) al oeste de la parte continental de Ecuador. La tortuga de Galápagos es endémica de este archipiélago, lo que significa que no se encuentra de manera natural en ningún otro lugar del mundo.

La tortuga de Galápagos habita en una variedad de condiciones ambientales en las diferentes islas. Se encuentran predominantemente en dos tipos principales de hábitats: las tierras altas húmedas y las tierras bajas áridas. En las tierras altas húmedas, las tortugas disfrutan de una vegetación exuberante, temperaturas más frescas y lluvias más constantes, lo que favorece el crecimiento de pastos, arbustos y árboles. En contraste, las tierras bajas áridas se caracterizan por una vegetación escasa, cactus y suelos secos y arenosos. El clima aquí es mucho más cálido y seco, con lluvias menos frecuentes.

Las tortugas de Galápagos ocupan un nicho ecológico como grandes herbívoros. Se alimentan principalmente de una variedad de materiales vegetales, incluyendo pastos, hojas, frutas y cactus. Sus hábitos alimenticios ayudan a moldear la vegetación de sus hábitats al controlar el crecimiento de las plantas y dispersar semillas. La capacidad de las tortugas para sobrevivir tanto en áreas de tierras altas como bajas demuestra su adaptabilidad a diferentes condiciones ambientales dentro de su región nativa. Las variaciones en la forma y el tama?o del caparazón entre diferentes subespecies reflejan adaptaciones a estos hábitats diversos, con caparazones abovedados más comunes en áreas altas y frondosas y caparazones en forma de silla adaptados para alcanzar vegetación más alta en las tierras bajas áridas.