Chrysomallon squamiferum, también conocido como el gasterópodo de pie escamoso, habita en fuentes hidrotermales en el Océano índico. Presenta escamas únicas de sulfuro de hierro, una defensa contra los depredadores. Este caracol de aguas profundas prospera en entornos extremos, dependiendo de bacterias simbióticas para su nutrición, mostrando una adaptación notable a su hábitat hostil.

Chrysomallon squamiferum, comúnmente conocido como el gasterópodo de pie escamoso o caracol de pie escamoso, es nativo de los campos de fuentes hidrotermales en el Océano índico. Esta especie se encuentra específicamente alrededor de los campos de fuentes Kairei, Solitaire y Longqi, ubicados a lo largo de la Dorsal Central del índico y la Dorsal Suroeste del índico.

El gasterópodo de pie escamoso habita en entornos de fuentes hidrotermales de mar profundo, que se caracterizan por condiciones extremadamente duras. Estos entornos suelen tener altas temperaturas que varían desde 2°C en las aguas profundas circundantes hasta más de 350°C cerca de las emisiones de las fuentes. El agua es rica en minerales y químicos como el sulfuro de hidrógeno, lo que apoya a las comunidades bacterianas quimiosintéticas.

Chrysomallon squamiferum ocupa un nicho ecológico único como organismo simbiótico. Alberga bacterias quimiosintéticas dentro de su glándula esofágica agrandada. Estas bacterias oxidan el sulfuro de hidrógeno de las emisiones de las fuentes para producir compuestos orgánicos, que a su vez proporcionan nutrición al caracol. Esta adaptación permite que el caracol de pie escamoso prospere en un entorno donde la luz solar no penetra y los típicos procesos fotosintéticos no pueden ocurrir. La concha del caracol también es distintiva, incorporando minerales de sulfuro de hierro, lo que puede proporcionar protección contra depredadores y las duras condiciones de las fuentes.