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Civeta africana

La civeta africana, con su llamativo pelaje blanco y negro y aroma almizclado, merodea por la noche de áfrica subsahariana. Este omnívoro solitario prospera en sabanas y bosques, contribuyendo a los ecosistemas al dispersar semillas. Su singular olor y hábitos nocturnos la convierten en un fascinante sujeto de la naturaleza africana.

15-20 años
Esperanza de vida
1.4 - 4.5 kg
Peso
Altura: 43 - 71 cm
tamaño
11-12 meses
Edad de madurez sexual
8-10 semanas
Edad de destete
Preocupación menor
Estado de conservación
Desconocido
Tendencia poblacional
Características
La civeta africana (Civettictis civetta) habita en las sabanas y bosques del áfrica subsahariana. Conocida por sus llamativas marcas blancas y negras y un distintivo aroma almizclado, es solitaria y nocturna. Es omnívora, alimentándose de peque?os animales, frutas e insectos, desempe?ando un papel crucial en la dispersión de semillas.
Rango de distribución de Civeta africana
La civeta africana (Civettictis civetta) es originaria del áfrica subsahariana. Está ampliamente distribuida por esta región, desde Senegal y Mauritania en el oeste hasta Sudán y Etiopía en el este, y se extiende hacia el sur hasta Sudáfrica. La especie está notablemente ausente en las regiones áridas del desierto del Sahara y algunas partes del desierto de Namib.
Hábitat de Civeta africana
Condiciones ambientales
La civeta africana prospera en una variedad de hábitats, pero predominantemente ocupa sabanas, bosques y áreas boscosas. Prefiere regiones con vegetación densa que ofrecen abundante cobertura y fuentes de alimento. Estos entornos suelen presentar un clima cálido con niveles de precipitación variables según la ubicación específica dentro del áfrica subsahariana.
Nicho ecológico
La civeta africana es un omnívoro nocturno que se alimenta de una dieta diversa que incluye peque?os mamíferos, aves, insectos, frutas y otros materiales vegetales. Desempe?a un papel significativo en su ecosistema tanto como depredador como dispersor de semillas, contribuyendo al equilibrio ecológico al controlar las poblaciones de presas y ayudar en la propagación de plantas. Su adaptabilidad a diferentes entornos le permite prosperar tanto en paisajes naturales como alterados por el ser humano.