Cystophora cristata, comúnmente conocida como la foca de capucha, es notable por su único saco nasal inflable que se encuentra en los machos. Estas focas habitan las frías aguas de los océanos Atlántico Norte y ártico. Son criaturas solitarias, conocidas por sus impresionantes habilidades de buceo y notables adaptaciones a los entornos fríos.

Océano Atlántico Norte y regiones árticas

Cystophora cristata, conocida comúnmente como la foca de capucha, es nativa de las frías aguas del Océano Atlántico Norte y las regiones árticas adyacentes. Esta especie típicamente habita en áreas con hielo marino, especialmente durante las temporadas de reproducción y muda. Las condiciones ambientales se caracterizan por temperaturas frías, presencia de hielo marino y condiciones climáticas severas.

El nicho ecológico de la foca de capucha incluye su papel como depredador de peces e invertebrados en la red alimentaria marina. Se alimenta principalmente de una variedad de especies de peces y calamares, utilizando sus ágiles capacidades de nado. La foca de capucha está especialmente adaptada a la vida en aguas heladas, con una gruesa capa de grasa y la capacidad de bucear a profundidades significativas para buscar alimento. También es conocida por su comportamiento reproductivo único en los témpanos de hielo, donde los machos muestran sus distintivos sacos nasales durante los rituales de apareamiento.