La especie Equus caballus, comúnmente conocida como el caballo, se originó en América del Norte. El género Equus apareció por primera vez en el registro fósil de América del Norte durante la época del Plioceno. Los caballos fueron reintroducidos en América del Norte por los colonos europeos en el siglo XVI después de haberse extinguido en la región aproximadamente hace 10,000 a?os. Hoy en día, se pueden encontrar caballos en todos los continentes, excepto en la Antártida, aunque no se consideran nativos en muchas de estas áreas.

Los caballos son animales altamente adaptables que pueden prosperar en una variedad de condiciones ambientales. Se encuentran comúnmente en praderas templadas, sabanas, regiones semiáridas, estepas y bosques. Como animales domesticados, los caballos también habitan paisajes modificados por el hombre, como granjas, ranchos y otros pastizales gestionados.

Los caballos son herbívoros que pastan, alimentándose principalmente de pastos, aunque también pueden consumir hojas, corteza y arbustos cuando otras fuentes de alimento son escasas. Su papel ecológico incluye mantener la salud de los ecosistemas de pastizales al pastar, lo que puede ayudar a controlar el crecimiento de la vegetación y contribuir a la biodiversidad. Los caballos también pueden influir en la dispersión de semillas a través de su estiércol. En regiones donde son salvajes, como partes de América del Norte y Australia, los caballos pueden impactar significativamente la vegetación nativa y competir con especies autóctonas por recursos.