Paloma de Nueva Zelanda
El plumaje iridiscente del kererū y el sonido resonante de sus alas lo convierten en un espectáculo fascinante en los bosques de Nueva Zelanda. Al dispersar semillas grandes, esta majestuosa ave es esencial para la salud del bosque, aportando vida vibrante a su ecosistema nativo.
15 años
Esperanza de vida
Preocupación menor
Estado de conservación
Aumentando
Tendencia poblacional
Rango de distribución de Paloma de Nueva Zelanda
Hemiphaga novaeseelandiae, comúnmente conocida como la paloma de Nueva Zelanda o kererū, es endémica de Nueva Zelanda. Se encuentra en todo el país, incluidas las islas Norte, Sur y las islas periféricas, con la excepción de algunas áreas que carecen de hábitat adecuado.
Hábitat de Paloma de Nueva Zelanda
Condiciones ambientales
La paloma de Nueva Zelanda habita en una variedad de entornos boscosos, incluidos bosques lluviosos de tierras bajas, bosques montanos y bosques costeros. Estas aves también se pueden encontrar en jardines urbanos y rurales donde están presentes plantas nativas. Las condiciones climáticas típicas varían de templadas a subtropicales, con abundantes lluvias que apoyan una vegetación exuberante.
Nicho ecológico
Como frugívoro, la paloma de Nueva Zelanda desempe?a un papel crítico en la dispersión de semillas dentro de su ecosistema. Prefiere hábitats ricos en árboles y arbustos nativos frutales, de los que depende para alimentarse. Debido a su gran tama?o, el kererū puede consumir y dispersar las semillas de grandes frutos nativos, siendo integral para la supervivencia y propagación de ciertas especies de plantas. La especie muestra cierta adaptabilidad a los cambios ambientales, aventurándose a menudo en paisajes modificados como tierras de cultivo y áreas urbanas siempre que haya fuentes de alimento disponibles.
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