Mandril
El mandril (Mandrillus sphinx) se distingue por sus vibrantes colores faciales y una constitución robusta, prosperando en las selvas tropicales de áfrica Central. Conocidos por sus hordas sociales, estos primates coloridos son dispersores de semillas esenciales, combinando fuerza y complejidad social en uno de los espectáculos más vívidos de la naturaleza.
40.2335 km/h
Velocidad máxima
Disminuyendo
Tendencia poblacional
Características
Mandrillus sphinx, conocido como el mandril, habita en las selvas tropicales de áfrica Central. Es famoso por su llamativa coloración facial y gran tama?o, siendo uno de los monos más grandes. Los mandriles son sociales, viviendo en grupos llamados hordas. Tienen una dieta de frutas, semillas e insectos y desempe?an un papel clave en la dispersión de semillas.
Rango de distribución de Mandril
Mandrillus sphinx, comúnmente conocido como el mandril, es nativo de las selvas tropicales de áfrica central. Su distribución geográfica incluye principalmente países como Camerún, Gabón, Guinea Ecuatorial y la República del Congo. La especie se encuentra a menudo en las selvas tropicales densas y ocasionalmente en bosques de galería y sabanas arboladas dentro de estas regiones.
Hábitat de Mandril
Condiciones ambientales
Los mandriles habitan en ambientes de selva tropical densa, húmeda y exuberante que ofrecen abundante follaje y cobertura arbórea. Estas condiciones proporcionan los recursos necesarios para refugio, alimento y protección. El clima en estas regiones es típicamente cálido con alta humedad, experimentando lluvias anuales significativas que sustentan la densa vegetación.
Nicho ecológico
Los mandriles ocupan un nicho ecológico como forrajeros omnívoros, consumiendo principalmente frutas, semillas y otros materiales vegetales, pero también insectos, peque?os vertebrados y huevos. Desempe?an un papel crucial en la dispersión de semillas debido a su dieta rica en frutas. Su estructura social es compleja, generalmente formando grandes grupos llamados tropas, que son esenciales para la protección contra depredadores y la eficiencia en la búsqueda de alimento. Los mandriles se han adaptado a una vida tanto en el suelo como en los árboles, demostrando su versatilidad en la navegación de su hábitat forestal.
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