Lobina de boca peque?a
La lobina de boca peque?a, Micropterus dolomieu, deslumbra con sus tonos bronceados y ojos ardientes. Prosperando en aguas claras y frías, desempe?a un papel crucial en los ecosistemas acuáticos tanto como depredador como presa. Conocida por su combativa lucha, cautiva a los pescadores y apoya la biodiversidad.
3-6 años
Edad de madurez sexual
Preocupación menor
Estado de conservación
Estable
Tendencia poblacional
Características
Micropterus dolomieu, comúnmente conocida como lobina de boca peque?a, es un pez de agua dulce nativo de los lagos y ríos de América del Norte. Se reconoce por su cuerpo de color verde bronce, ojos rojos y boca más peque?a en comparación con su pariente, la lobina de boca grande. Conocida por su comportamiento agresivo, prospera en aguas frescas y claras y es una captura preciada entre los pescadores.
Rango de distribución de Lobina de boca peque?a
Micropterus dolomieu, comúnmente conocida como lobina de boca peque?a, es nativa de América del Norte. Su distribución geográfica incluye principalmente el este y centro de los Estados Unidos y partes del sureste de Canadá. La especie se encuentra naturalmente en la región de los Grandes Lagos, el río San Lorenzo, la cuenca del río Misisipi y muchas cuencas hidrográficas en el noreste de los Estados Unidos.
Hábitat de Lobina de boca peque?a
Condiciones ambientales
La lobina de boca peque?a típicamente habita en ambientes de agua dulce con arroyos, ríos y lagos claros y fríos. Prefiere aguas con sustratos rocosos o arenosos y a menudo busca refugio alrededor de estructuras como troncos sumergidos o vegetación. La especie prospera en entornos donde las temperaturas del agua oscilan entre 15-27°C (60-80°F) y requiere agua bien oxigenada.
Nicho ecológico
Como pez depredador, la lobina de boca peque?a ocupa un nicho ecológico como depredador superior en sus hábitats de agua dulce. Se alimenta de una variedad de presas, incluyendo insectos, cangrejos de río y peces más peque?os, desempe?ando un papel crucial en el mantenimiento del equilibrio de los ecosistemas acuáticos. La especie es adaptable y puede ajustarse a diferentes condiciones de agua, aunque prefiere hábitats con tasas de flujo moderadas a altas, que proporcionan abundante oxígeno y recursos alimenticios.
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