Odocoileus virginianus, comúnmente conocido como el venado cola blanca, es nativo de América del Norte. Su rango se extiende desde el sur de Canadá a través de los Estados Unidos, con la excepción de algunas partes del extremo norte del oeste, y hasta América Central llegando al norte de Perú.

El venado cola blanca es altamente adaptable y se encuentra en una variedad de hábitats, incluidos bosques templados, praderas e incluso ambientes semiáridos. Prefiere típicamente áreas que ofrecen una mezcla de cobertura densa para protección y espacios abiertos para pastar. El clima en estas regiones puede variar, pero generalmente soportan inviernos fríos y veranos cálidos, con el venado mostrando una variedad de adaptaciones estacionales.

Los venados cola blanca juegan un papel crítico en su ecosistema tanto como herbívoros como presa. Ayudan a controlar el crecimiento de las plantas, y sus patrones de pastoreo pueden influir significativamente en la estructura de las comunidades vegetales. Son una fuente alimenticia crucial para depredadores como lobos, pumas y humanos. También son conocidos por su capacidad para prosperar en paisajes alterados por humanos, como campos agrícolas y áreas suburbanas, demostrando un alto nivel de flexibilidad ecológica.