Cocodrilo Enano
El esquivo Osteolaemus tetraspis, o cocodrilo enano africano, prospera en los pantanos de áfrica Occidental. Notablemente más peque?o que sus parientes, exhibe una armadura rugosa de escamas óseas. Este depredador nocturno juega un papel crucial en el control de las poblaciones de presas acuáticas, resaltando su importancia ecológica.
Longitud: 1.7 - 1.9 m
tamaño
4-5 años
Edad de madurez sexual
17.70274 km/h
Velocidad máxima
Características
El cocodrilo enano africano, Osteolaemus tetraspis, es el más peque?o de todas las especies de cocodrilos, con un promedio de 1.5 metros de longitud. Habita en ríos y pantanos de movimiento lento en áfrica Occidental y Central. Nocturno y tímido, se alimenta de peces, crustáceos y peque?os mamíferos. Su piel dura y ósea proporciona una excelente protección.
Rango de distribución de Cocodrilo Enano
Osteolaemus tetraspis, comúnmente conocido como el cocodrilo enano africano, es nativo de las regiones tropicales de áfrica Occidental y Central. Su distribución geográfica incluye países como Angola, Benín, Camerún, República Centroafricana, República del Congo, República Democrática del Congo, Costa de Marfil, Guinea Ecuatorial, Gabón, Ghana, Guinea, Guinea-Bisáu, Liberia, Nigeria, Senegal, Sierra Leona y Togo.
Hábitat de Cocodrilo Enano
Condiciones ambientales
El cocodrilo enano africano normalmente habita en densos bosques pantanosos, incluyendo ríos y arroyos de selvas tropicales, manglares y pantanos de agua dulce. Prefiere aguas de movimiento lento o estancadas con densa vegetación, que proporciona refugio y zonas de reproducción. El clima en estas regiones es generalmente húmedo y tropical, caracterizado por altas precipitaciones y temperaturas cálidas constantes.
Nicho ecológico
Como reptil nocturno y semiacuático, el cocodrilo enano africano juega un papel crucial en su ecosistema al controlar las poblaciones de peces y mantener el equilibrio de los hábitats acuáticos. Está bien adaptado a su entorno con un cuerpo robusto y piel gruesa que le proporciona protección. Su comportamiento y fisiología le permiten prosperar en entornos tanto acuáticos como terrestres, lo que lo convierte en un depredador versátil en su nicho ecológico.
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