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Mojarra Blanca

La Mojarra Blanca, Pomoxis annularis, resplandece con escamas plateadas y bandas oscuras. Prosperan en aguas tranquilas, formando cardúmenes. Notablemente, se alimenta por la noche, desempe?ando un papel vital en los ecosistemas acuáticos tanto como depredador como presa. Su adaptabilidad la convierte en una captura favorita entre los pescadores.

10 años
Esperanza de vida
907.1846999999999 g
Peso
Longitud: 23 - 25 cm
tamaño
Bas
Agresión
Preocupación menor
Estado de conservación
Estable
Tendencia poblacional
Características
Pomoxis annularis, comúnmente conocida como Mojarra Blanca, es un pez de agua dulce nativo de los ríos, lagos y embalses de América del Norte. Tiene un cuerpo plateado distintivo con bandas verticales oscuras y una mandíbula prominente. Esta especie prospera en aguas de movimiento lento y es conocida por su comportamiento de formación de cardúmenes y hábitos de alimentación nocturna.
Rango de distribución de Mojarra Blanca
Pomoxis annularis, comúnmente conocida como Mojarra Blanca, es nativa de América del Norte. Su distribución geográfica incluye el centro y este de los Estados Unidos, principalmente dentro de las cuencas de los ríos Mississippi y Ohio. La especie se encuentra en estados como Illinois, Missouri, Arkansas y Mississippi, y se extiende a partes de Canadá, particularmente en la región de los Grandes Lagos.
Hábitat de Mojarra Blanca
Condiciones ambientales
Las Mojarras Blancas suelen habitar en ambientes de agua dulce como ríos, lagos y embalses. Prefieren áreas con aguas lentas o estancadas, a menudo en lugares con abundante vegetación acuática o estructuras sumergidas como troncos y tocones. La especie prospera en aguas que son cálidas a moderadamente cálidas, con temperaturas que oscilan entre 20 y 30°C.
Nicho ecológico
Las Mojarras Blancas ocupan el nicho ecológico de un depredador de nivel medio en sus ecosistemas de agua dulce. Se alimentan de peces peque?os, insectos y crustáceos. La especie es conocida por su adaptabilidad a diferentes condiciones de agua, incluidas aguas turbias con bajos niveles de oxígeno, lo que la convierte en un componente resiliente de sus entornos acuáticos nativos.