El gato leopardo (Prionailurus bengalensis) es un peque?o felino salvaje nativo del sur y este de Asia. Tiene una constitución esbelta, con una longitud corporal de hasta 65 cm y un pelaje distintivo con manchas y rayas. Los gatos leopardos son conocidos por su adaptabilidad a diversos hábitats, incluidos bosques, pastizales y áreas agrícolas. Principalmente cazan peque?os mamíferos y aves, mostrando a menudo un comportamiento nocturno. Estos gatos son solitarios y territoriales, marcando su territorio con marcas de olor. Desempe?an un papel crucial en el control de las poblaciones de roedores en sus ecosistemas nativos.

Prionailurus bengalensis, comúnmente conocido como el gato leopardo, es nativo de una amplia región en Asia. Su distribución geográfica abarca varios países del continente. Se encuentra en partes del Lejano Oriente ruso, Corea, China y Taiwán, extendiéndose hacia el sur a través del subcontinente indio, el sudeste asiático, incluyendo países como Tailandia, Vietnam, Malasia e Indonesia, y llegando a Filipinas.

Los gatos leopardos habitan en una variedad de entornos, pero prefieren predominantemente las áreas boscosas. Se encuentran comúnmente en bosques tropicales y subtropicales, incluidos los bosques perennes y caducifolios, así como en manglares y plantaciones. Pueden adaptarse a diferentes altitudes, que van desde el nivel del mar hasta regiones monta?osas de hasta 3000 metros. Las condiciones ambientales típicamente incluyen un clima cálido y húmedo, con abundante cobertura y fuentes de agua.

Ecológicamente, el gato leopardo es un depredador versátil y oportunista. Se alimenta principalmente de peque?os mamíferos, aves e insectos, utilizando sus agudos sentidos y adaptabilidad para cazar en hábitats diversos. La especie juega un papel crucial en el control de la población de roedores y otros animales peque?os, manteniendo el equilibrio ecológico dentro de sus regiones nativas.