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Proteles cristata, comúnmente conocido como el lobo de tierra

El lobo de tierra, Proteles cristata, prospera en las sabanas africanas, alimentándose principalmente de termitas. A diferencia de sus parientes las hienas, posee un carácter apacible y una melena llamativa. Esta criatura nocturna desempe?a un papel crucial en el control de las poblaciones de termitas, demostrando el intrincado equilibrio de la naturaleza.

15 años
Esperanza de vida
7.71 - 14.06 kg
Peso
Longitud: 84 - 104 cm; Altura: 41 - 51 cm
tamaño
1.5-2 años
Edad de madurez sexual
3-4 meses
Edad de destete
Preocupación menor
Estado de conservación
Estable
Tendencia poblacional
Características
El lobo de tierra (Proteles cristata) es un peque?o mamífero insectívoro nativo del Este y Sur de áfrica. Está estrechamente relacionado con las hienas pero se distingue por su dieta única de termitas. El lobo de tierra tiene una melena distintiva a lo largo de su espalda, hábitos nocturnos y una naturaleza solitaria.
Rango de distribución de Proteles cristata, comúnmente conocido como el lobo de tierra
Proteles cristata, comúnmente conocido como el lobo de tierra, es nativo del este y sur de áfrica. Su distribución geográfica incluye países como Sudáfrica, Namibia, Botsuana, Zimbabue, Mozambique y partes del este de áfrica, incluyendo Tanzania y Kenia.
Hábitat de Proteles cristata, comúnmente conocido como el lobo de tierra
Condiciones ambientales
Los lobos de tierra habitan principalmente en regiones abiertas y semiáridas, incluyendo pastizales, sabanas y matorrales. Tienden a evitar los bosques densos y los desiertos excesivamente áridos. El clima típico de estos hábitats se caracteriza por lluvias estacionales, con temperaturas cálidas durante el día y más frescas por la noche.
Nicho ecológico
Los lobos de tierra son insectívoros nocturnos, especializados en alimentarse de termitas, particularmente aquellas del género Trinervitermes. Su nicho ecológico incluye el control de las poblaciones de termitas, que de otro modo podrían convertirse en plagas agrícolas. Los lobos de tierra se han adaptado a su nicho con dientes y sistemas digestivos especializados para su dieta. A menudo habitan en madrigueras abandonadas por otros animales, lo que les proporciona refugio y protección contra los depredadores.