Schistocerca gregaria, conocida como la langosta del desierto, es famosa por su comportamiento de enjambre. Se encuentra en áfrica, el Medio Oriente y Asia, prosperando en regiones secas y áridas. Estas langostas pueden formar enormes enjambres, consumiendo grandes cantidades de vegetación, impactando significativamente la agricultura. Notables por su capacidad para viajar grandes distancias, desempe?an un papel crítico en su ecosistema tanto como presa como consumidor.

Schistocerca gregaria, comúnmente conocida como la langosta del desierto, es nativa de regiones áridas y semiáridas a lo largo de áfrica, el Medio Oriente y el suroeste de Asia. Su distribución geográfica se extiende desde áfrica Occidental, incluyendo países como Mauritania, Malí y Níger, a través de la Península Arábiga, y en partes del sur de Asia como India y Pakistán. La especie es particularmente prevalente en la región del Sahel y el Cuerno de áfrica, así como en las llanuras costeras del Mar Rojo.

La langosta del desierto habita en regiones desérticas y semidesérticas caracterizadas por vegetación escasa y baja precipitación anual, típicamente entre 50 a 200 mm. Estas áreas experimentan variaciones extremas de temperatura, con días calurosos y noches más frescas. La especie prospera en regiones donde la lluvia ocasional puede conducir a un crecimiento temporal de la vegetación, proporcionando los recursos necesarios para la reproducción y alimentación.

Schistocerca gregaria ocupa un nicho ecológico como herbívoro altamente móvil capaz de formar enormes enjambres que pueden viajar largas distancias. Las langostas se alimentan principalmente de vegetación verde, incluyendo cultivos y pastos, lo que las convierte en plagas agrícolas significativas durante los períodos de brotes. Se han adaptado para aprovechar las condiciones ambientales transitorias, como la presencia temporal de vegetación tras las lluvias en regiones desérticas.